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miércoles, 28 de julio de 2010

El último superviviente: Aigües Tortes.

Queríamos evitar el duro sol de las alturas al mediodia, por eso íbamos a levantarnos muy pronto, nuetro objetivo: hacer la ruta por el Parque Nacional de Aigües Tortes. Eran las 10 y algo y aun andabamos desayunando en la habitación las ensaladas de pasta y atún que nos habíamos comprado el día anterior. Preparándonos cómo autenticos profesionales para afrontar la aventura de hacer senderismo de alta montaña. Ya ves... justo ayer nos dimos cuenta de que no nos habíamos traido ninguna mochila, menos mal que encontramos una tienda de deportes en la que compramos una McKinley muy chula y a buen precio. "Y las gorras... no las cojistes tu? pues no.. pues muy bien..." Menos mal que en maletero llevaba una que me regaló Jose Juan, el resto que encontré fue un par de gorros de Papá Noel, no quedaba otra alternativa, cogí uno.

Despues de embadurnarnos de protector, al menos yo... (ahí lo dejo...) fuimos al super y compramos los víveres para el camino: botellas de agua, barra de pan, galletas, salchichón y trozo de queso. Todo a la mochila y a por el taxi que nos llevaría al interior del parque. No se permite la entrada de vehiculos particulares así que solo estos taxis, que salen desde el pueblo de Boí, te pueden llevar hasta allí.



Nada más bajarnos y pisar la montaña Esther se acuerda..." has cogido la navaja?... pues no.. pues que bien" Que no cunda el pánico hemos visto suficientes capitulos de El último superviviente y Lost como para salir adelante.




Al poco de empezar a caminar ya notaba como el sol de las 11:30 taladraba mi cabeza... pero es Esther llevaba la gorra y el camino estaba demasiado lleno de niños como para ponerme el gorro de  Papá Noel, no quería tener que ir dando explicaciones todo el rato. Esther, habilmente, cogió su sudadera la relió un poco y ya tenía mi turbante de diseño que me resultó muy util y cómodo.




Solucionado ese problema, era el momento de seguir la marcha y no despegar la mirada del suelo hasta encontrar una piedra que nos pudiera hacer las veces de cuchillo. Al rato ya había seleccionado mi super piedra parte-queso.

Digna de ver la precisión del pedrusco... al final acabamos a pellizcos y bocaos con el pan y la corteza del queso, el instinto animal nos poseyó. Comimos más bien que ná, junto al Estany Llong.





Aquí podemos ver como Esther se hace con la fuerza vital de la naturaleza y comienza a levitar moderadamente con tal de no molestar a los animales del bosque y no contravenir las estrictas normas del Parque Nacional.








La cantidad de bichos divisados y catalogados a lo largo de nuestra Ruta del Verano se componía hasta el momento de los siguientes animalillos: 1 conejo, 2 burros, 3 nubes de gaviotas, 4 erizos muertos, 1 pony, 3 caballos, 1 familia de perdices, alguna cabra-hombre, un vaca-toro y un zorrillo escondiéndose en el arcén.




Aquí en la montaña junto al sendero y a veces cruzándolo nos encontramos varios grupos de vacas y familias completas de patos. En las fotos podeis ver a los abuelos vacas cuidando de todos sus nietos.






Abajo podeis ver el Estany Llong, dónde paramos a comer, junto a la orilla. Hasta allí eran unas 2 horas de camino con una gran pendiente en el último tramo. A pesar de ello había muchas familias al completo, gente de todas las edades dispuestas a echar el higadillo por el monte. Confieso que cuando ibamos subiendo ese tramo que os digo, y nos cruzamos con una mujer de unos 60 tacos que bajaba vestida de calle y agarrada a su bolso... se me cayó el alma, yo iba que no podía con mis lorzas y esa mujer había se supone que había subido antes por ahí.. o eso o se venía del otro lado del parque cruzandose todas las cimas durante dos días.

La foto está hecha desde el Estany Redó a unos 30 minutos de subida desde abajo.



Sobre las 4 y algo llegamos via todoterreno-taxi a Boi, y de allí nos fuimos al hotel, donde nos dió tiempo a quitarnos los deportivos de nuestros doloridos pies y tumbarnos un ratico antes de irnos a por nuestra merecida sesión de spá. Chorros de agua por todas partes y una piscina de agua templada desde la que se divisaba una panorámica fantástica, a través de una cristalera, de toda la zona montañosa. Un buen final para despedirnos de los Pirineos.

4 comentarios:

  1. Tia estoy enganchada...
    Me he leido todas las entradas del tiron!! Y hoy que???? David a que esperas para subir las fotos de hoy?????
    Super chulo todo, que envidia.... y yo la semana pasada paseando por playa lisa rodeada de la tercera edad....
    Un besito a los dos
    Elena

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  2. LA ENVIDIA ME CORROEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!
    Ahora en serio (bueno..lo de antes tb es verdad, objetivo conseguido con esta entrada del blog), os está quedando genial el blog y me parto de la risa.
    Es precioso el paisaje me encantan las fotos, eso me parece que lo vimos con nieve nosotros.. (q tb tiene su gracia) pero tanto VERDOR es hermoso.
    A seguir pasándolo bien, mientras algunas seguiremos viendo series de TV, comiendo ensaladas cuando quiero comer helado y currando rodeada de gente cabreada por el calor y por la crisis (cada día están mas insoportables... uff)
    Bona nitttttt!! Abracitos para los dos!!

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  3. Mancantaodeverdadtelodigooo! Yo quiero ir! Es precioso...por cierto soy la lauriki. Besetes.

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  4. La foto de la levitación ha tenido mucho éxito, hasta la iaia lo ha flipao :)

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