Anoche el cielo parecía que se iba llenando de nubes y ya creíamos que esta mañana estaría listo para empezar a llover algo. Que va... el solaco volvía a saludarnos de buena mañana y la pobre Esther amanecía con sus marcas de las quemaduras de ayer y algo de dolor de garganta. Con el paso del día la garganta parece que no va a más, pero con el sol dándole en el coche desde que salimos por su lado, lo colorao del cuello le molesta mucho. esperemos que el tratamiento de choque de Aftersun le calme y le cure pronto para el lunes poder disfrutar de la costa brava como Delafé manda.
Aún comprando un mapa de carreteras de Francia antes de salir de España, no hay manera de acalarse para seguir nuestra ruta prevista para llegar a Foix y empieza nuestro particular Tour de France, con meta volante en Marignac y premio de la montaña en Aspet. Pero al final damos con la carretera que nos lleva a Foix.
Primera parada en Francia, y de emergencia, nos detenemos en el primer sitio que vemos hábil para atender nuestra llamada de la naturaleza. "Franceses os traemos esto", parecía ser el lema de nuestra embajada particular. Fue un McDonald el blanco de nuestras intenciones. De paso volvimos a conectarnos con el mundo cibernético ya que aquí internet wifi es gratis en todos lados. Como de pronto sentimos un vacío en nuestro interior, aprovechamos para comer y así llegar cuanto antes a Foix.
La primera regla sagrada del hotel:
Respetar las pelusas!
La segunda regla:
Si salta la alarma de incendios, además de los pantalones, ponte también los gallumbos al bajar a recepción, será una falsa alarma.
Despues de descansar un poco, y actualizar el blog para la afición, nos acercamos al centro de Foix.
Foix conserva su trazado medieval en el que destaca su Chateau sobre la montaña que domina la zona. Casi todos los pueblos estan en fiestas pero ninguno exactamente en el día que pasamos por ellos...
Precioso escaparate de una Charcuterie con lo más representativo de Foix:
La oca con pamela, una armadura medieval y el castillito de marras.